El cuento de la criada, Margaret Atwood | Reseña

Título: The Handmaid's Tale

Traducción: El cuento de la criada

Autor: Margaret Atwood

Serie: No

Editorial:  Anchor Books

Páginas: 295

Género: Distopía, Ciencia ficción, Feminismo

Adaptación: Si (1990) Tráiler | (2017) Tráiler

★★★★☆

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Sinopsis: El cuento de la criada, una de las novelas más célebres y prestigiosas de Margaret Atwood, constituye una mirada futurista a una sociedad totalitaria. Una mirada terrible y lúcida que denuncia la barbarie que pueden llegar a alcanzar los puritanismos extremos de toda índole y las ansias de dominio sobre los seres humanos privados del ejercicio del derecho a la libertad. En el estado de Gilead, donde tras una hecatombe nuclear, la población ha visto disminuida su capacidad de reproducción, las Criadas, vestidas con hábitos rojos de la cabeza a los pies, con el rostro cubierto por un velo transparente y enmarcado por una toca blanca, desempeñan una función esencial: concebir y dar a luz a futuros ciudadanos. Destinadas a esta empresa suprema, viven enclaustradas y reducidas a ser un cuerpo con una única misión: reproducirse.

Opinión

Defred es una criada del comandante en la República de Gilead. Puede salir de casa del comandante y su esposa una vez al día para ir a comprar comida acompañada de otra criada. Todos los meses ha de rezar para que el comandante la deje embarazada porque vive en una época donde la fertilidad femenina es difícil. Defred recuerda la época en la que todo era distinto, la época en la que ella estaba con su marido y reían y no entendía lo feliz que era.

Hasta ahora esta es una de las mejores distopías que he leído, porque al igual que 1984 es una distopía terroríficamente auténtica. No hay ninguna escena de extrema violencia, no hay ninguna escena terriblemente sangrienta, pero aun así, el Cuento de la Criada se mete debajo de la piel como un terror nocturno.

Pero ¿Que significa ser una criada?, en lo general es lo mismo a lo que estamos acostumbrados, hacer la compra, lavar, cocinar; con el agregado de que cada cierto tiempo debes tener relaciones sexuales con el dueño de la casa en presencia de la esposa con el único fin de resultar embarazada, después entregarles el niño a este matrimonio y ser enviada a una nueva casa para seguir cumpliendo la "divina misión".

Es un relato muy bien narrado desde la perspectiva de una criada anónima que, como un proscrito de nuestro tiempo, narra el horror de su vida y como fue que el mundo acabó ahí; en un futuro apenas esbozado pero lleno de detalles que enriquecen la historia Atwood nos invita a reflexionar sobre el poder del gobierno, el fanatismo, la soledad de una mujer humillada y la falta de memoria que viene con la rapidez de adaptación a los cambios de la que es capaz el ser humano.

Todas las distopías deberían dejarnos con el sentimiento con el que me dejó este libro: miedo y alivio. Miedo porque Atwood está describiendo una de las posibilidades de lo que podríamos convertirnos, nuestra sociedad, nuestros hijos y alivio porque todavía no hemos llegado allí, porque todavía la censura no ha llegado hasta el nivel de prohibirnos leer cosas como estas.

Nos situamos en una teocracia donde gobierna un cristianismo desmedido donde se ha vuelto a los valores tradicionales: los hombres a proteger el país, las mujeres a cuidar de la casa. Me encantan las novelas que tengan que ver con la religión, con su impacto y sus consecuencias. La religión me parece tan fascinante como aterradora cuando se intenta usar como herramienta.

"Uno solo puede sentir celos de una persona que tiene algo que debería pertenecerle a uno."

El Cuento de la Criada no es sólo una crítica a la represión de las mujeres, a las consecuencias de un extremismo religioso injustificado o al equivocado sentido de la frase “lo hacemos porque ellas son más débiles”. Es mucho, muchísimo más. Cada palabra está cargada con metáforas más o menos directas. 

Porque este libro no se sostiene sobre personajes, diálogos, acciones repentinas, giros inesperados, sino todas estas cosas y todo el cariño, todo el mimo que tiene Atwood por las palabras y por la escritura. Entiende que muchas rebeliones están en las palabras, en las páginas, en el sentido que le damos, en el conocimiento que esconden. Por ejemplo, las criadas tienen prohibido leer.

En general, me ha encantado. Resulta fácil de leer, aunque al principio puede parecer un poco lento porque la protagonista sólo relata su día a día, sin grandes luchas o rebeliones, pero para nada se hace pesado. Si les gustan las distopías, (y mas las de la vieja escuela) sin duda ésta es una lectura obligada en la vida.

Por último solo quiero decir:

"Nolite te bastardes carborundorum."