Es una novela corta que tiene como protagonista a una viuda anciana que padece Parkinson en fase terminal, cuya única hija ha sido encontrada colgada del campanario de la iglesia del barrio. Elena se niega a creer la explicación policial y emprende un viaje por la ciudad, desafiando el Parkinson que la paraliza, en busca de una mujer que cree que puede ayudarla a resolver el misterio de la muerte de su hija.
La novela captura la crudeza de un barrio obrero, pero también un submundo: la burocracia de la asistencia social, las camas de hospital, los interminables viajes en metro. Todo se filtra a través de la conciencia de la protagonista: una persona, en busca del asesino de su hija. Cuya mente es cada vez más incapaz de controlar la acción de su cuerpo aquejado por el Parkinson.
Parte del atractivo de esta novela reside en su humor negro, sin duda, pero también en su rechazo al sentimentalismo. Todos son a la vez grotescos, pero también intensamente humanos y familiares.
La novela captura la crudeza de un barrio obrero, pero también un submundo: la burocracia de la asistencia social, las camas de hospital, los interminables viajes en metro. Todo se filtra a través de la conciencia de la protagonista: una persona, en busca del asesino de su hija. Cuya mente es cada vez más incapaz de controlar la acción de su cuerpo aquejado por el Parkinson.
Parte del atractivo de esta novela reside en su humor negro, sin duda, pero también en su rechazo al sentimentalismo. Todos son a la vez grotescos, pero también intensamente humanos y familiares.
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