Thornhill se cuenta a través de narrativas paralelas. La de Mary en 1982, contada a través de entradas de diario, sigue a una huérfana solitaria y muda a decisión, que es acosada implacablemente en el Instituto Thornhill. Su único consuelo es crear marionetas.
Y la de Ella en 2017, contada a través de evocadoras ilustraciones en blanco y negro, sigue a una chica que se muda a una casa frente al ahora abandonado Instituto Thornhill. Ella ve una figura misteriosa en las ventanas e intenta descubrir la oscura historia del instituto.
La mezcla de prosa e ilustraciones es creativa y cautivadora, me recuerda mucho a Selznick.
Me gustó que el libro explora temas difíciles como el acoso, la soledad, el aislamiento y la angustia.
Y la de Ella en 2017, contada a través de evocadoras ilustraciones en blanco y negro, sigue a una chica que se muda a una casa frente al ahora abandonado Instituto Thornhill. Ella ve una figura misteriosa en las ventanas e intenta descubrir la oscura historia del instituto.
La mezcla de prosa e ilustraciones es creativa y cautivadora, me recuerda mucho a Selznick.
Me gustó que el libro explora temas difíciles como el acoso, la soledad, el aislamiento y la angustia.
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