Beowulf es la obra más famosa de la literatura inglesa antigua: la obra que influyó en Tolkien y en todo el género fantástico. Es una epopeya heroica sobre un héroe germánico. En muchos sentidos, Beowulf es un monomito definitivo; en la historia, el héroe se enfrenta a tres arquetipos en el proceso de individuación: la Sombra, el Ánima y el Yo, en Grendel, la madre y el dragón de Grendel.

Es fascinante la manera en que se mezclan en este poema realidad y ficción, historia y mitología. Por un lado, tenemos el clásico mundo escandinavo de guerra y conflicto entre los clanes de los Geats, Jutes, Daneses… Y luego tenemos monstruos como Grendel, que permiten a Beowulf alcanzar el estatus de héroe que tan famoso se ha vuelto.

“I’ve never known fear; as a youth I fought
In endless battles. I am old, now,
But I will fight again, seek fame still,
If the dragon hiding in his tower dares
To face me”

“𝚄𝚗𝚘 𝚗𝚘 𝚊𝚌𝚎𝚙𝚝𝚊 𝚕𝚊 𝚊𝚞𝚜𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊 𝚙𝚘𝚛 𝚊𝚌𝚘𝚜𝚝𝚞𝚖𝚋𝚛𝚊𝚛𝚜𝚎 𝚊 𝚎𝚕𝚕𝚊. 𝙲𝚘𝚗 𝚎𝚕 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚖𝚒 𝚙𝚊𝚍𝚛𝚎 𝚏𝚞𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚜𝚘𝚖𝚋𝚛𝚊, 𝚞𝚗 𝚏𝚊𝚗𝚝𝚊𝚜𝚖𝚊, 𝚞𝚗 𝚗𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎 𝚢 𝚕𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚗𝚊𝚍𝚊 𝚖á𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚞𝚗 𝚛𝚎𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚘.”

Desde los primeros momentos de este libro, y quizás incluso antes, el lector sabe que el título no es más que una metáfora de para qué fue escrito, un libro sobre la pérdida... Un intento de la escritora de matar a su padre, de liberarse de su peso, del peso de su pasado y de su injusticia.

En todo mi tiempo leyendo nunca hubo un libro que se sintiera tan ‘close to home’. Que bonito escribe Sara Jaramillo sobre algo tan doloroso. 

“𝙰𝚚𝚞𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚍𝚎 𝚖í 𝚜𝚎 𝚏𝚞𝚎 𝚊𝚕 𝚊𝚋𝚒𝚜𝚖𝚘, 𝚖𝚞𝚛𝚒ó 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚙𝚘𝚍𝚎𝚛 𝚊𝚌𝚘𝚖𝚙𝚊ñ𝚊𝚛 𝚊 𝚖𝚒 𝚙𝚊𝚍𝚛𝚎 𝚎𝚗 𝚎𝚜𝚎 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚜𝚒𝚗 𝚛𝚎𝚝𝚘𝚛𝚗𝚘.”

“𝚃𝚎𝚗í𝚊 𝚕𝚊 𝚎𝚍𝚊𝚍 𝚜𝚞𝚏𝚒𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚜𝚊𝚋𝚎𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚖𝚊𝚜 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚗𝚘 𝚜𝚘𝚗 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚢 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚚𝚞𝚎𝚕𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚛𝚎𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊 𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎 𝚕𝚕𝚎𝚟𝚊𝚛𝚜𝚎 𝚎𝚗 𝚗𝚒𝚗𝚐𝚞𝚗𝚊 𝚖𝚊𝚕𝚎𝚝𝚊.”

“𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚖á𝚜 𝚖𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚘𝚌𝚞𝚙𝚊𝚋𝚊 𝚎𝚛𝚊 𝚑𝚊𝚋𝚎𝚛 𝚍𝚎𝚜𝚌𝚞𝚋𝚒𝚎𝚛𝚝𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚐𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚗𝚘 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚜𝚎 𝚖𝚘𝚛í𝚊 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚗𝚘𝚝𝚒𝚌𝚒𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚝𝚎𝚕𝚎𝚟𝚒𝚜𝚒ó𝚗: 𝚜𝚊𝚋𝚎𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚘 𝚙𝚘𝚍í𝚊 𝚘𝚌𝚞𝚛𝚛𝚒𝚛 𝚎𝚗 𝚝𝚞 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚘 𝚑𝚘𝚐𝚊𝚛, 𝚊 𝚝𝚞 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚘 𝚙𝚊𝚍𝚛𝚎 𝚖𝚎 𝚕𝚕𝚎𝚗ó 𝚍𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚊𝚗𝚐𝚞𝚜𝚝𝚒𝚊 𝚍𝚎𝚜𝚖𝚎𝚍𝚒𝚍𝚊 𝚜𝚘𝚋𝚛𝚎 𝚎𝚕 𝚑𝚎𝚌𝚑𝚘 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚊 𝚖𝚒 𝚖𝚊𝚖𝚊 𝚕𝚎 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚛𝚊 𝚕𝚘 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚘.”

“𝙴𝚕 𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚏𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚛𝚝𝚊𝚍𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚛𝚎𝚌𝚒𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚌𝚘𝚗 𝚊𝚐𝚞𝚊 𝚎𝚜 𝚊𝚕𝚐𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚜𝚘𝚙𝚘𝚛𝚝𝚘. 𝙷𝚞𝚎𝚕𝚎 𝚊 𝚒𝚐𝚕𝚎𝚜𝚒𝚊. 𝙷𝚞𝚎𝚕𝚎 𝚊 𝚌𝚊𝚜𝚊 𝚍𝚎 𝚖𝚞𝚎𝚛𝚝𝚘. 𝙷𝚞𝚎𝚕𝚎 𝚊 𝚝𝚛𝚒𝚜𝚝𝚎𝚣𝚊. 𝙻𝚊𝚜 𝚏𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚗𝚘 𝚜𝚎 𝚑𝚒𝚌𝚒𝚎𝚛𝚘𝚗 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚜𝚎𝚛 𝚌𝚘𝚛𝚝𝚊𝚍𝚊𝚜. 𝙾𝚍𝚒𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚛𝚎𝚐𝚊𝚕𝚎𝚗 𝚢 𝚗𝚘 𝚛𝚎𝚜𝚒𝚜𝚝𝚘 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚊𝚛 𝚎𝚗 𝚞𝚗𝚊 𝚏𝚕𝚘𝚛𝚒𝚜𝚝𝚎𝚛í𝚊 𝚜𝚒𝚗 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚖𝚎 𝚛𝚎𝚟𝚞𝚎𝚕𝚟𝚊 𝚎𝚕 𝚎𝚜𝚝ó𝚖𝚊𝚐𝚘.”

Una novela reflexiva sobre la traducción, el imperio y la traducción como herramienta del imperio.

Como cuestión de preferencia personal, generalmente no me inclino por los libros de dark academia, pero en el caso de Babel, gracias a la premisa y el hype de todo mundo por aquí me dieron muchas ganas de leerlo. Y vaya, no decepcionó. Babel es un libro increíble. Es audaz, impresionante e intransigente.

Babel es obviamente un proyecto apasionante para Kuang. Casi cada página está repleta de su experiencia y su interés en los temas que aborda y, como resultado, la experiencia de lectura es muy rica y apasionante. Babel definitivamente es muy académico y la autora presenta una cobertura exhaustiva de la traducción y la etimología, sobre la cual resulta adictivo leer.

“𝙏𝙧𝙖𝙣𝙨𝙡𝙖𝙩𝙞𝙤𝙣, 𝙛𝙧𝙤𝙢 𝙩𝙞𝙢𝙚 𝙞𝙢𝙢𝙚𝙢𝙤𝙧𝙞𝙖𝙡, 𝙝𝙖𝙨 𝙗𝙚𝙚𝙣 𝙩𝙝𝙚 𝙛𝙖𝙘𝙞𝙡𝙞𝙩𝙖𝙩𝙤𝙧 𝙤𝙛 𝙥𝙚𝙖𝙘𝙚.”